- Es el órgano más grande del cuerpo, a pesar de lo que piensen los lectores de Maxim.
- La piel humana del adulto medio tiene una extensión de 2 metros cuadrados, pesa entre 4-5 kilogramos y contiene más de 17´7 metros de vasos sanguíneos (debido sobre todo al complejo y fino entramado de los capilares).
- La piel puede llegar a liberar 11 litros y medio de sudor en un día caluroso. Las zonas que no sudan son la piel bajo las uñas, los márgenes de los labios, el prepucio. (En el artículo original ponen que también el tímpano… pero no sé por qué lo meten si no forma parte de la piel, al menos no con la estructura normal de ésta…)
- Ah, ese olor: El olor corporal proviene de unas glándulas especiales, de secreción sebácea, llamadas glándulas apocrinas. Se encuentran sobre todo en las axilas y zona de los genitales.
- El olor se produce cuando las bacterias de la piel se comen y digieren esas secreciones grasas.
- Los pechos son una forma modificada de glándula apocrina.
- Los fetos no desarrollan totalmente las huellas dactilares hasta los tres meses de gestación. Todos poseemos huellas digitales irrepetibles, ni siquiera los gemelos tienen las mismas huellas.
- Sin dejar rastro: Algunas personas no llegan a desarrollar huellas dactilares. 2 raras anomalías genéticas, conocidas como el Síndrome de Naegeli y la dermatopatía pigmentosa reticularis, hacen que los que las poseen no llegan a desarrollar crestas y surcos en la piel, formando el dibujo de la huella dactilar.
- Las huellas dactilares aumentan la fricción y ayudan al agarre de objetos. Algunos monos tienen huellas dactilares similares en la parte inferior de la cola, para mejorar el agarre en el balanceo de rama en rama.
- Soltando al viento: Globalmente, la piel muerta de todas las personas generaría miles de millones de toneladas de polvo a la atmósfera. Su piel libera 50.000 células cada minuto.
- Hay cinco tipos de receptores que responden al dolor, tacto, presión y sensación térmica.
- Un experimento comprobó que los corpúsculos de Meissner (receptores táctiles que se encuentran en gran cantidad en las manos, labios, lengua, pezones, pene y clítoris) responden a la presión ejercida por un peso de sólo 20 miligramos, el peso de una mosca.
- En las personas ciegas, la corteza visual del cerebro se reorganiza para responder a estímulos recibidos a través del tacto y el sonido, para poder asociarlos a una imagen visual mental.
- Para los ingleses, “En beige” se convirtió en un sinónimo de “desnudo” en el siglo 17 (aquí sería “En cueros”). El término deriva de de las túnicas de cuero de los soldados o “beiges”, cuyo color marrón claro aparentemente se parecía al trasero anglosajón. (Curioso, como un mismo origen, termina derivando de dos formas distintas en castellano y en inglés).
- La piel clara apareció hace tan sólo 20.000-50.000 años. Cuando los humanos de piel oscura migraron a climas más fríos y fueron perdiendo gran cantidad de melanina.
- Veo a alguien muy, muy blanco: Los albinos suelen ser utilizados en las películas como villanos. Como en el Código Da Vinci, Muere Otro Día, Matrix Reloaded… Se ha sugerido que ello se debe a que la gente suele asociar a la palidez de los albinos con vampiros y otras criaturas mitológicas de la noche.
- Más de 2.000 personas tienen chips de identificación por radiofrecuencia (RFID) insertados bajo la piel. Estos chips pueden suministrar información médica, acceso a ordenadores o la apertura de la puerta del coche.
- Carne y fantasía: En la Baja Beach Club de Barcelona, los clientes pueden implantarse una tarjeta de crédito RFID e irse de fiesta hasta que sus ahorros desaparezcan.
- La Biblioteca Pública de Cleveland, el Colegio de Derecho de Harvard y la Universidad Brown tienen libros forrados con la piel de criminales ejecutados y de pobres.
- Afortunadamente, no tuvieron que reimprimirlo: Uno de los trabajos más extensos y pioneros de la piel fue “De Humani Corporis Fabrica” (Del Tejido del Cuerpo Humano). Redactado en el siglo XVI por Vesalio.
enfermedades y cuidados de la piel
lunes, 17 de febrero de 2014
20 Cosas que no sabías sobre la Piel
El envejecimiento de la piel aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cutaneas
Las pieles de los ancianos sufren más ya que son más débiles y sensibles al no haber sido cuidadas en la edad adulta. Las medidas preventivas, el uso de productos específicos y las visitas periódicas al dermatólogo disminuyen el riesgo de sufrir problemas cutáneos.
El exceso de sol y el desuso de cremas de protección en la edad adulta provocan un aumento de las arrugas y una debilitación de la piel en la vejez, volviéndola más sensible y aumentando el riesgo a sufrir enfermedades cutáneas. Ante esta circunstancia, la Academia Española de Dermatología ha advertido de que el envejecimiento de la piel es un asunto que merece la atención de los afectados, sus familias y las autoridades sanitarias.
Cómo otros órganos del cuerpo humano, la piel, con el paso del tiempo, también envejece y se deteriora. Los ancianos deben tener un cuidado especial pues las arrugas y la sequedad la hacen más sensible y aumentan las probabilidades de sufrir quemaduras solares.
Los cambios ambientales y de temperatura producen más sequedad en la piel. Por eso, especialmente los ancianos, tienen que mantenerla hidratada y protegida de estos cambios y de los rayos ultravioletas. Las zonas más fotoexpuestas son el escote y la cara, y es ahí donde hay que extremar los cuidados.
Según la Academia Española de Dermatología (AEDV), las cremas hidratantes especiales para cada zona del cuerpo son indispensables para los ancianos independientemente de tenerla o no en mal estado al igual que es necesario usar ropa y calzado adecuados a los cambios climáticos.
El consumo más continuado de medicamentos durante esta etapa de la vida, hace que se manifiesten en la piel algunas reacciones de intolerancia, etc..
La AEDV recomienda que los ancianos acudan al menos una vez al año al dermatólogo siempre que el paciente no sufra lesiones cutáneas graves cómo tumorales, o pieles muy dañadas por el sol. En este caso las visitas deberían ser más regulares, cómo mínimo cada 6 meses.
En casos en que el paciente tenga escasa movilidad porque por edad, o enfermedad tengan que pasar mucho tiempo en la cama, es probable que tenga úlceras difíciles de curar, por ello lo más fácil es que la persona encargada de cuidarle se ocupe de evitar roces y presión sobre las zonas afectadas cambiándole de postura cada dos o tres horas.
La prevención durante la edad adulta influye en el estado de la piel durante la vejez, y aun cuidándose es difícil mantener una piel completamente sana. Gracias a los medios de comunicación la población es cada vez es más consciente del riesgo que sufre la piel y consultan a su dermatólogo cuando ven un factor de riesgo, por ejemplo el aumento de tamaño de un lunar o el enrojecimiento de éste.
La Academia Española de Dermatología recomienda:
El exceso de sol y el desuso de cremas de protección en la edad adulta provocan un aumento de las arrugas y una debilitación de la piel en la vejez, volviéndola más sensible y aumentando el riesgo a sufrir enfermedades cutáneas. Ante esta circunstancia, la Academia Española de Dermatología ha advertido de que el envejecimiento de la piel es un asunto que merece la atención de los afectados, sus familias y las autoridades sanitarias.
Cómo otros órganos del cuerpo humano, la piel, con el paso del tiempo, también envejece y se deteriora. Los ancianos deben tener un cuidado especial pues las arrugas y la sequedad la hacen más sensible y aumentan las probabilidades de sufrir quemaduras solares.
Los cambios ambientales y de temperatura producen más sequedad en la piel. Por eso, especialmente los ancianos, tienen que mantenerla hidratada y protegida de estos cambios y de los rayos ultravioletas. Las zonas más fotoexpuestas son el escote y la cara, y es ahí donde hay que extremar los cuidados.
Según la Academia Española de Dermatología (AEDV), las cremas hidratantes especiales para cada zona del cuerpo son indispensables para los ancianos independientemente de tenerla o no en mal estado al igual que es necesario usar ropa y calzado adecuados a los cambios climáticos.
El consumo más continuado de medicamentos durante esta etapa de la vida, hace que se manifiesten en la piel algunas reacciones de intolerancia, etc..
La AEDV recomienda que los ancianos acudan al menos una vez al año al dermatólogo siempre que el paciente no sufra lesiones cutáneas graves cómo tumorales, o pieles muy dañadas por el sol. En este caso las visitas deberían ser más regulares, cómo mínimo cada 6 meses.
En casos en que el paciente tenga escasa movilidad porque por edad, o enfermedad tengan que pasar mucho tiempo en la cama, es probable que tenga úlceras difíciles de curar, por ello lo más fácil es que la persona encargada de cuidarle se ocupe de evitar roces y presión sobre las zonas afectadas cambiándole de postura cada dos o tres horas.
La prevención durante la edad adulta influye en el estado de la piel durante la vejez, y aun cuidándose es difícil mantener una piel completamente sana. Gracias a los medios de comunicación la población es cada vez es más consciente del riesgo que sufre la piel y consultan a su dermatólogo cuando ven un factor de riesgo, por ejemplo el aumento de tamaño de un lunar o el enrojecimiento de éste.
La Academia Española de Dermatología recomienda:
El uso en los ancianos de cremas hidratantes específicas para cada zona del cuerpo.
Una consulta anual al dermatólogo en caso de tener una piel sana y al menos dos si tiene la piel fotoenvejecida.
Los responsables de los cuidados de anciano con limitación de movimientos deben cambiarles de postura cada 2 o 3 horas para evitar la aparición de úlceras.
El uso de calzado y prendas que protejan de los cambios climáticos.
La prevención de arrugas causadas por el sol durante la edad adulta con cremas específicas.
Evitar el consumo del tabaco, que interviene en el envejecimiento de la piel.
Consultas preventivas en caso de cambios en un lunar o aparición de cualquier lesión en la piel.
Una consulta anual al dermatólogo en caso de tener una piel sana y al menos dos si tiene la piel fotoenvejecida.
Los responsables de los cuidados de anciano con limitación de movimientos deben cambiarles de postura cada 2 o 3 horas para evitar la aparición de úlceras.
El uso de calzado y prendas que protejan de los cambios climáticos.
La prevención de arrugas causadas por el sol durante la edad adulta con cremas específicas.
Evitar el consumo del tabaco, que interviene en el envejecimiento de la piel.
Consultas preventivas en caso de cambios en un lunar o aparición de cualquier lesión en la piel.
Cáncer de Piel
El cáncer de piel engloba a un conjunto de enfermedades neoplásicas que tienen diagnóstico, tratamiento y pronóstico muy diferente. Lo único que tienen en común es la misma localización anatómica: la piel.
Epidemiología
El principal factor de riesgo para desarrollar un cáncer de piel son los llamados rayos ultravioleta procedentes de la luz solar, que producen mutaciones en el ADN de las células que se acumulan durante años.
El cáncer de piel es la forma más frecuente de cáncer en la población de piel blanca. Los tres tipos principales de cáncer de piel son, el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas (que tiene altas posibilidades de curación), y el tipo más grave, que es el melanoma maligno.
La exposición a los rayos ultravioletas (UV) del Sol y del ambiente parece ser el factor ambiental más importante en la aparición del cáncer de piel. Las medidas para protegerse del sol pueden prevenir el cáncer de piel si se utilizan de forma constante. Los rayos ultravioletas procedentes de fuentes artificiales de luz, tales como los lechos de bronceado y las lámparas solares, son tan peligrosos como la radiación solar y por lo cual también deben evitarse.
Tipos de cáncer de piel
- Carcinoma espinocelular y carcinoma basocelular. Son los cánceres más frecuentes en el ser humano y se excluyen generalmente en las estadísticas de incidencia del cáncer, porque tienen una prevalencia universal con la edad.
- Melanoma de piel.
- Metástasis de otros cánceres en la piel: cutánide o cutánides, también conocidas como letálides o metástasis cutáneas.
- Linfoma cutáneo, como la micosis fungoide.
- Sarcoma de Kaposi.
- Dermatofibrosarcoma o histiosarcoma maligno.
- Carcinoma de Merkel.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo varían según los diferentes tipos de cáncer, pero los más comunes incluyen los siguientes: las personas que trabajan en la calle y están expuestas a los rayos del sol deben protegerse de estos con capuchas, viseras, sombreros y crema solar. Las personas blancas con ojos claros y mayores de 50 años, son las que tienen mayor riesgos de padecer cáncer.
La industria cosmética también es un factor de riesgo por el uso de contaminantes en sus productos y estos no son de lo mas seguro, por lo mismo hay diferentes alternativas para poder evitar cualquier irritación en la piel.
LA PIEL, EL ÓRGANO MÁS EXTENSO DEL CUERPO HUMANO
La piel no es sólo una capa protectora, es un sistema que regula la temperatura corporal, percibe los estímulos de dolor y placer, no permite que determinadas sustancias entren en el organismo y representa una barrera protectora frente a los efectos perjudiciales del sol.
El color, la textura y los pliegues de la piel contribuyen a identificar a los individuos. Cualquier alteración en el funcionamiento o en la apariencia de la piel puede tener consecuencias importantes para la salud física y mental.
El color, la textura y los pliegues de la piel contribuyen a identificar a los individuos. Cualquier alteración en el funcionamiento o en la apariencia de la piel puede tener consecuencias importantes para la salud física y mental.
La capa exterior, la epidermis, es más fina, en la mayor parte del cuerpo, que una película de plástico.
La parte superior de la epidermis, el estrato córneo, contiene queratina, está formada por restos de células muertas y protege la piel de las sustancias nocivas. En la parte inferior de la epidermis se hallan los melanocitos, células que producen melanina (el pigmento oscuro de la piel).
La parte superior de la epidermis, el estrato córneo, contiene queratina, está formada por restos de células muertas y protege la piel de las sustancias nocivas. En la parte inferior de la epidermis se hallan los melanocitos, células que producen melanina (el pigmento oscuro de la piel).
Debajo de la epidermis se localiza la dermis, que contiene receptores táctiles y del dolor, cuyas ramificaciones llegan hasta la superficie de la piel y a diversas, glándulas funcionales de la misma: las glándulas sudoríparas, que producen el sudor, las glándulas sebáceas, que producen sebo, y los folículos pilosos, que dan origen al pelo. También, en el interior de la dermis, se encuentran vasos sanguíneos que proporcionan nutrientes y calor a la piel.
Por debajo de la dermis se encuentra un estrato de grasa que ayuda a aislar al cuerpo del calor y del frío.
Por debajo de la dermis se encuentra un estrato de grasa que ayuda a aislar al cuerpo del calor y del frío.
La piel tiende a sufrir cambios a lo largo de la vida de una persona. La piel de un bebé tiene una capa más gruesa de grasa y una mucho más fina de queratina protectora. A medida que las personas envejecen pierden la grasa del estrato subcutáneo, la dermis y la epidermis se vuelven más delgadas, las fibras elásticas de la dermis se fragmentan y la piel tiende a arrugarse.
La irrigación sanguínea de la piel también disminuye con la edad, por lo que las lesiones cutáneas curan más lentamente en las personas mayores. Las pieles más envejecidas producen menos sebo protector y por ello la piel se seca con mayor facilidad.
La irrigación sanguínea de la piel también disminuye con la edad, por lo que las lesiones cutáneas curan más lentamente en las personas mayores. Las pieles más envejecidas producen menos sebo protector y por ello la piel se seca con mayor facilidad.
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